La boca, por ejemplo. Todos creemos que tenemos una sola
boca y un solo culo. Pero la falsedad de esta creencia muestra el
desconocimiento de nosotros mismos que tenemos. He dicho un solo culo, que
evidentemente tenemos sólo uno cada uno, cuando quería decir un ano. Una boca y
un ano.
¡Qué falsedad!
Ingieres algo por la boca que crees es única y, ¿Qué pasa?
¿Qué crees que pasa dentro de tu cuerpo?
¿Cuántos organismos, mecanismos orgánicos, bacterias abren
sus fauces para recibir lo que acabas de tragar?
Son boquitas pintadas, ahora mismo me detengo porque no me
acuerdo del nombre del autor y lo cierto es que lo tengo en la punta de la
lengua. Ahora, Puig, Manuel Puig, me parece. No lo consultaré en Internet. Me
arriesgaré.
Por no hablar de las bocas virtuales que a través de los
sentidos van haciendo lo suyo. Esto lo añado al releer, también de forma
auto[má]crítica, porque me parece que era necesario.
De todas las maneras, y ahora me acuerdo de que quizás los
microescritos de Robert Walser también eran algo así como esto. Por su
frescura, intrascendencia y salvaje sinceridad. De todas maneras decía, haya
acertado o no, sea éste el nombre o no, mire o no en Internet la realidad es
inamovible y mi estado memorístico igual. La dureza de lo que transcurre supera cualquier nivel
de dureza que podamos imaginar. Otra vez añado.
Todo lo que no sea viajar en el tiempo es ser presa del
tiempo. Escribo esta frase última y me suena bien, al margen de su verdad o de
su mentira.
El inútil acto de mirarse al espejo es como mantener
engañado a alguien. Es pura, ya nada más, y nada más, que piel. La “a” que se
ha colado ha añadido su granito de arena. Y todo es así. Perentoriamente así.
Andábamos con las miles de bocas que tenemos. Algo que si ya
has aceptado te servirá para aceptar también de manera más tranquila y serena
el hecho de los miles de anos que también somos.
Ingerimos y deglutimos alimentos de todo tipo
incansablemente, con los obreros- boca trabajando a destajo y a la vez.
Defecamos restos incansablemente con los obreros- ano trabajando también a
destajo. A todos, obreros al fin, les va la vida en ello.
También eso somos los seres humanos. Conviene no olvidarlo.
Por si alguien quiere saber algo al respecto.
Esto es otra vez un intento de explicar algo absolutamente
fallido. Absolutamente fallido el intento, no el algo. Algo, esto de intentar
explicar cosas, que al hombre siempre, no sé por qué, le ha parecido necesario.
Cuándo la verdad es que si llegamos a preguntarnos no tengo muy claro que en la
mayoría de las veces la respuesta no sea intrascendente.
No quería decirlo pero no me voy tranquilo sin añadirlo. A
mí me llama mucho la atención que en las grandes aglomeraciones de gente
hayamos sido tan eficientes a la hora de esconder todo lo que molesta, que ruja
debajo de nosotros aquello que de pequeños mostramos ufanos.
Y como más que lucir y más que eludir hacemos ambas cosas,
eluzco.
Estos más o menos son los ingredientes de este plato.
Ahora cojamos al azar lo que queramos.
Mezclemos y veamos lo que ha salido:
"""releer, también de forma auto[má]crítica, porque me parece
que era necesario.
De todas las maneras, y ahora me acuerdo de que quizás los
microescritos de Robert Walser también eran algo así como esto. Por su frescura…….
A todos, obreros al fin, les va la vida en ello. También eso somos los seres
humanos. Conviene no olvidarlo... voy tranquilo sin añadirlo. A mí me llama
mucho la atención que en las grandes aglomeraciones de gente hayamos sido tan
eficientes a la hora de esconder todo lo que molesta, que ruja debajo de
nosotros… creencia muestra el
desconocimiento de nosotros mismos que tenemos. He dicho un solo culo, que
evidentemente tenemos sólo uno cada uno, cuando quería decir un ano. Una boca y
un ano"""""".
Servir a gusto. A la hora de acompañarlo, casi siempre el
alcohol va bien y las drogas, sea cual sea la graduación de ambas. O nada, o el agua.
Para ahogarse al final, qué más da.
Buen provecho.
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